Integridad, identidad, y cifrado son componentes básicos para las interacciones comerciales.
En el contexto de economía digital global que nos envuelve -y que va en extraordinario crecimiento-, la confianza entre consumidores y proveedores es la base de una relación comercial fructífera y duradera. Si lo que queremos es aumentar las ventas electrónicas y mostrarnos íntegros frente a los consumidores, entonces debemos prestar mucha atención a nuestras acciones y valores, pues la confianza se verá más o menos reforzada en función de lo que hacemos y cómo lo hacemos.
De acuerdo a los expertos, la clave es generar un ambiente de seguridad en nuestro sitio online, donde la integridad, la identidad y el cifrado sean componentes básicos para las interacciones comerciales que buscamos, de tal forma de infundir confianza entre los usuarios, indicándoles que los procesos e interacciones comerciales que allí se realizan, son bajo plataformas seguras.
Una forma certera de dar confianza a nuestros elementos y procesos electrónicos en el e-commerce es incluir y fomentar regulaciones sólidas para la protección del consumidor, explicar y transparentar cómo se administra la privacidad digital del cliente, tanto a corto como a largo plazo y, en definitiva, demostrar la integridad de todo el sistema para así tener éxito en un mundo cada vez más conectado y desafiante por las crecientes amenazas de la ciberseguridad.
5 formas para aumentar la confianza en el comercio electrónico:
1 Crear o fortalecer reglas de protección al consumidor en línea.
Si bien la mayoría de los países tiene un marco legal para la protección del consumidor, sólo el 52% ha actualizado el suyo para cubrir las actividades online. Mientras que en otros países las leyes están en etapa de borrador; no existe siquiera un anteproyecto de ley o no hay información disponible, esto según Cyber Law Tracker de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). En el caso de Chile, en diciembre de 2021 comenzó a regir la Ley Pro Consumidor (N°21.398), que establece una serie de nuevos derechos para los consumidores en distintos ámbitos, elevando el estándar en materia de protección al consumidor. Debido al auge que ha tenido en el último tiempo el comercio electrónico, la Ley también reforzó el Derecho a Retracto o Arrepentimiento.
2 Centrarse en la confidencialidad de datos personales.
Tan sencillo -y quizás difícil al mismo tiempo- como limitar y proteger la información que se recopila sobre los clientes. En otras palabras, si ciertos datos no son necesarios para navegar y comprar en una página, no los recopile por el simple hecho de tenerlos, pues no hay que olvidar que la protección de la información es un punto valioso dentro del nivel de confianza.
3 Saber enfrentar las prácticas comerciales desleales.
Por ejemplo, evitar el correo electrónico no deseado, conocido como Spam, ser claros con los términos de contrato, demostrar rigurosidad en la seguridad de los pagos y devoluciones y, por último, declarar compromiso con la responsabilidad del quehacer comercial.
4 Utilizar métodos de encriptación de última generación.
La idea es evitar software en nubes de bajo cifrado, en su lugar se recomienda utilizar una base de datos descentralizada con cifrado.
5 Entrenar a los empleados en seguridad de la información.
Es vital capacitar al personal, principalmente al nuevo, sobre políticas de manejo de datos y medidas preventivas y reactivas que permitan resguardar y proteger la información para mantener la confidencialidad, la disponibilidad e integridad de datos.
Se debe siempre tener en cuenta que la protección de los datos de los clientes se reduce a la confianza. Las acciones de una empresa generan ese sentimiento, el que a largo plazo permite múltiples transacciones exitosas.